¿De qué me sirve poder escribir, lo que siento,
encriptarlo en metáfora, desenvolverlo en analogía,
dibujar mi sentir y pensar con letras en tintas
de distintos colores en hojas o pantallas?
Sigo siendo hermético, acorazado, autocensurado...
¿De qué me sirve desahogarme escribiendo
si no salen las palabras, no logro ni evocarlas
al momento de hablar cara a cara?
dejaré bolígrafos y lapiceros...
guardaré mis libretas preferidas
al fondo de cualquier cajón;
suspenderé mis accesos a blogs,
para forzarme a trabajar en otro tipo de discurso,
para no tener que esperar a que mi hoya de vapor
se libere, se pase, entonces,
permitirme dar lo que hay en mi.
no explotarlo.
Ciao, por un rato.
Coraza v2.0*
©2011, Adrián Lozano
*previo a la baja de actividad hoy interrumpida.