Las mas grandes batallas, siempre serán libradas por un único motivante... El amor.

lunes, abril 11, 2011

Parásito. El cuento corto


Hoy en la mañana me di cuenta que en mi casa hay un pequeño intruso roedor...

Estaba cómodamente en casa, viendo la televisión cuando sonó el teléfono, contesto la llamada y era un buen amigo, conversamos, nos reímos y de pronto creo ver algo corriendo de extremo a extremo de la casa. Lo ignoro y sigo conversando.

Entonces al colgar la llamada me siento acechada, volteo a todas partes y no hay nada... me digo a mi misma "-¡Mujer, el cansancio te hace ver cosas ya!-". Así que decido ignorar el asuntillo ese.

Al día siguiente.

Rutina usual, me enfilo al trabajo y de nuevo ignoro la regla de "no hacer uso personal del internet" Bah! un poco de chat no le hace daño a nadie...

Llego a casa agotada, de nuevo la cosa esta ahí, hace ruido esta vez. "Quizá una cucaracha..." dije.

Pues no, no es una cucaracha, de nuevo, hay un roedor en la casa...Carajo, ese animalejo nunca es bien recibido, ¡menos en mi casa!


Suena el teléfono, es ese colega con el que suelo hablar, y entonces... ¡¡Lo vi!! ¡Y encima muestra su existencia la cosa esa! Se atreve a pavonearse cínicamente enfrente de mi.

"- Hey tengo algo que hacer, luego te llamo... Ahora si, condenado roedor te ha llegado la hora.-"
Persigo al jodido animal por toda la casa, lo veo se burla de mi. Se mete con mis cosas, mis ropas, acumula objetos innecesarios en la habitación, mastica los recuerditos de mis viejos amores ¿Cómo se atreve? Me hace tropezar, se vuelve a reír, maldita cosa ¡ya verá! (aunque admito que a veces me causa gracia)

Se sale de casa, pero esto no se ha de quedar así! porque ya se a donde se enfila, y lleva algo muy valioso mío cogido al cuello. "-Jodido animal ¡no te acerques a la puerta de mi vecino!-"

Ahora entra y sale de ambas casas, ¿en qué momento me pasa esto a mi? Ahora resulta, hasta tengo que alimentarlo o me molesta.

A partir de ese mal día donde vi la cosa esa caminar por mi casa, mientras hablaba con él no ha parado de fastidiarme. Al vecino no parece incomodarle... ¡pero claro! Él no lo tiene que alimentar.

Cuando me visitan mis amistades tengo que cuidar cada detalle, no sea que la alimaña esa se atreva a aparecerse. Al salir cuido mucho mi bolso, para que no se le ocurra meterse ahí y molestar en el trabajo también (siempre se logra escabullir).

Le he puesto veneno, trampas, lo he tratado de dejar tirado por ahí en la carretera, y nada... no se va.

Con el paso del tiempo me he tenido que acostumbrar a su presencia, sabiendo que de pronto desaparece y regresa. Cuando era pequeño me parecía lindo, a medida que crece es extraño y más astuto, por lo cual no sé ya que leyes lo rijan. En fin... me he dado cuenta que muchos tenemos roedores en casa, no es gran consuelo, pero mal de muchos...




(Lo que tal vez olvidé mencionar, que ese animalejo parece ratón, pero es mi corazón.)

2 comentarios:

  1. hay que contener al corazon por que si se le deja libre que de pronto se pierde la cabeza. F. N.

    y tu lo sueltas por alli, trepandose en tu bolsa o de intruso en la casa de tu vecino. no le pongas trampas, mejor adiestralo.

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  2. =)Cuidado, que con veneno nada más le harás daño, lo lastimarás y, quizás, ni siquiera muerte le des, pero sí quedará herido, y ¿Para qué dejarlo sufrir?... Mejor que siga, corriendo por ahí... Nimodo, ¿Quién le manda a dejar la puerta abierta? ¡Por descuidada! xD A todos nos llega a pasar, y nimodo... Habrá que esperar a que se vaya... O tenga hijos(?)..

    :D Muuuy lindo Sistah <3... Hahaha... nwn

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