Las mas grandes batallas, siempre serán libradas por un único motivante... El amor.

lunes, abril 18, 2011

Alguien debió enseñarnos a dejar de amar...(De las mutilaciones, amputaciones y trasplantes del miocardio)


Esta vida no nos viene con manual integrado, algo que explique detalladamente qué hacer en caso de que nuestro corazón se eche a perder.

Decir que hay gentes que nos pudren el corazón es demasiado rudo (aunque sí, los hay) pero creo lo que sí es sensato, es decir que hay pérdidas, abandonos, que nos pudren el alma. He vivido y experimentado tanto en cabeza propia como ajena los efectos del desamor, y encuentro que es lo más cercano a una amputación sin anestesia... Por lo cual he decidido escribirle algo a esos zombies, muertos vivientes que deambulamos por ahí, comiendo sesos, desprovistos de alma, de corazón:


Desperté esta mañana con ese hediondo aroma del desamor, más repugnante que el herpes, más penoso que el mal aliento... Igual que ambos males, también todos lo notan...

Me ven como un muerto viviente, ¡Y cómo no! si efectivamente muero en vida, y vivo muerto. Camino por inercia, la ruta no tiene sentido; no me alimento, no duermo, no defeco.

Apesto, apesto a dolor, la vida se ha ido de mi lentamente, mis ojos se caen de sus cuencas (eso ocurre cuando se acaban las lágrimas) Creo que incluso mi familia comienza a desconocerme.

Hace ya algún tiempo, alguien se me acercó, al parecer también era un zombie pero este no apestaba, no hedía, se veía bien incluso (demasiado bien para mi gusto). Este muerto viviente es diferente de lo que solemos ver en el cine, estos comen corazones, a veces solo los mastican y escupen. Ese zombie se me acercó, abrió mi pecho dolorosamente pero a mí me pareció maravilloso... (debió ser efecto del alcohol), sacó mi corazón, cortó algunas partes de mi cuerpo, y me dejó muriendo y desangrándome en la acera.

Despierto y me pregunto ¿qué pasó? Sólo fue un mal sueño quizá, pienso; pero no, duele y duele horrible, duele cada parte del cuerpo, y se extiende a un lugar remoto donde no sabía que podría doler... El alma... me duele el alma, me duele con todo... Un terrible dolor que no puedo ni siquiera nombrar. Y ¿Quién responderá por estos daños? No hay nadie, nadie me escucha, no tengo lengua, no tengo ojos, no tengo boca... soy un tubérculo desmembrado, emitiendo un pillido de dolor horrorizante, el mundo se espanta de mí... Ahora soy un ser sombrío, asqueroso, oscuro. Pero así somos todos los demás.

Nadie, realmente nadie se da cuenta, que en las sombras todo es más real. Hasta el mismo dolor.




Nota: Como dije, este escrito te lo dedico a ti, porque lo he escrito con sangre y lágrimas (tengo galones de ellas, tanto mías como ajenas) porque no eres el único muerto viviente. Porque al menos así te hago saber que aunque parezca que solo hay muerte y soledad al rededor, no es lo único que hay. También hay rostros, aunque estén en rictus de dolor.

2 comentarios:

  1. -Like-
    Hahaha, cuantos zombies no rondamos, con pesares, en este mundo.
    Es dificil, muy dificil...
    =) A reconstruirnos... Nimodo...
    Muy lindo tu escrito, sangriento xD pero pro... =)

    ResponderEliminar
  2. *_________________* WAAAAAAAAAAAAAAA... ¡Ya entendiiiii! Hahahahaha, deaaaaah, ¡Me ha gustado mucho! Hahahahahahahaha, nyaaaaa, lindo, lindo, liiindooooo... Somos unas zombies bien chulas, ¡Eso que ni qué! Hahahahaha
    Te Adoroh <3 MUAK! */* -Estruja-

    ResponderEliminar